6. El ritual de la ofrenda
Entre el compromiso y la boda, es habitual que el futuro marido colme a la afortunada novia de regalos y ofrendas llamados Hdiyya. Pueden ser simbólicos: leche, azúcar, dátiles, Corán, henna, flores… o materiales: telas sedosas, caftanes, bolsos, joyas, perfumes, zapatos. El contenido de la hdiyya varía en función de los medios económicos de la familia del novio. Dispuestos cuidadosamente en grandes bandejas cubiertas con tapas cónicas llamadas taifors, los regalos se entregan a la novia durante una ceremonia llamada Hdiyya que va precedida de una procesión musical. Cabe señalar que estos regalos suelen asimilarse a la dote de la novia.
7. La dote
Condición esencial para la validez del matrimonio, la dote (sadaq) es una suma de dinero o bienes constituida por el pretendiente en beneficio de su esposa. Contractualizada por los adouls durante la ceremonia del acto, la dote se rige por el código de familia de Marruecos, que se inspira en el Sagrado Corán y en la Sunna. Así, para consolidar «el deseo de crear un hogar y vivir en los lazos del afecto mutuo», el futuro novio ofrecerá a su esposa una gran suma de dinero, ganado, un mueble o incluso un apartamento (es más raro)… Si la base jurídica de la dote consiste en su valor moral y simbólico (artículo 26 del Código de Familia), hay que constatar que es más a menudo el valor material el que prevalece. Hasta el punto de ser percibida como una carga económica por algunas familias que no dudan en poner la dote sobre la mesa de las negociaciones matrimoniales. Muchas parejas, juzgando humillante la dote, optan por la aportación de ¡un dirham simbólico!
8. The Hammam ritual – EVJF Act I
En Marruecos, la despedida de soltera tal y como la conocemos en nuestro país se sustituye a menudo por una serie de ceremonias «previas». 100% girly, el paso por el hammam es un antiguo ritual de purificación y relajación que suele preceder al día D.
9. El ritual de la henna – EVJF Acto II
Tras la ceremonia del hammam, llega el momento de la ceremonia de la henna, que tiene lugar la víspera del gran día, o incluso durante la tarde anterior a la gran fiesta. Un hennaya (tatuador de henna) tatúa las manos y/o los pies de la novia, palpitando con los youyous y los bailes y cantos tradicionales de las mujeres (amigas, primas, tías, madres, etc.) que se suceden. Todo se desarrolla en un ambiente desenfadado (nada de retos, desafíos o chippendales en el EVJF marroquí…). Los invitados que desean tatuarse no cortan los bellos arabescos estilizados y geométricos, símbolos de felicidad y prosperidad para la vida futura.
Las variaciones en torno a la boda marroquí. Por supuesto, la boda Made In Morocco varía según las regiones, las familias, pero también el origen social de las familias. En el campo, no es raro que la preparación de la boda movilice a todo el douar (pueblo) y dure varios días. En algunas regiones del Rif, la mezcla no es de rigor: mujeres a un lado, hombres al otro. El ambiente es a veces festivo (los invitados y los novios bailan), a veces prudente (los invitados discuten y se observan unos a otros).
En los barrios elegantes de las grandes ciudades, la boda puede a veces tomar el aire de un Open Bar con DJ y champán a raudales… o incluso convertirse en una «éclatade» con 3200 mesas redondas al borde de la piscina de recreo o hacer flotar una Welcome en «niniphars» (las flores flotantes de la Sra. Tazi – Poke Gad ElMaleh)… Ya lo ha entendido, en Marruecos (como en todas partes), ¡hay 1000 maneras – o más exactamente 1001 maneras – de celebrar la boda!
10. El salón de belleza
La novia debe ser la más guapa para ir a bailar (aunque no quiera bailar… ¡o no mucho!). Para ello, debe ir al salón de belleza. Peinado, maquillaje, manicura, pedicura, depilación, extensiones de pestañas, tratamientos faciales, esmaltado de uñas… No escatimamos en el cambio de imagen total… ¡aunque tengamos que forzar la dosis (a veces) un poco!
11. Código de vestimenta de los invitados
Los invitados empiezan a acudir en masa al lugar de la boda hacia las 20.00 o 21.00 horas… La novia aún no ha llegado (rara vez aparece antes de las 23.00 horas). Sin embargo, el espectáculo visual y sonoro ya ha comenzado. Caftanes, takchitas y sedosas galas desfilan al ritmo de canciones tradicionales impulsadas por la orquesta. Los colores están por todas partes: fucsia, oro, rosa, rojo, azul, verde, naranja hasta el punto de que nos preguntamos si la novia podrá competir. Es hora de saludar, de conocerse, de abrazarse y en las mesas se invita a zumos de frutas, té, aperitivos y frutos secos.