La ciudad azul de Marruecos. Chefchaouen

LUGAR. CÓMO LLEGAR

Chefchaouen, la ciudad azul de Marruecos, está situada en el norte del país. Está a 60 km de Tetuán y a 100 de Tánger. No hay aeropuerto en Chefchaouen, así que habrá que volar a Tánger, Fez o Rabat y llegar a la ciudad azul desde allí.

CÓMO LLEGAR DESDE TANGER

El aeropuerto de Tánger, a unos 120 km, es el más cercano a Chefchaouen. Desde allí hay varias opciones para llegar a Chaouen:

1. Coger un taxi privado. Esta es la forma más cómoda de ir de Tánger a Chefchaouen para quienes valoran la comodidad y no miran cuánto gastan en ella. Viajar con una compañía privada es la opción preferida por la mayoría de los viajeros. Es más caro que coger un taxi público grande, pero la diferencia no es significativa y suele merecer la pena si se quiere llegar a Chefchaouen con el menor estrés posible.

2. Coger un taxi público grande: Un taxi público es ligeramente más barato que coger un taxi privado. Si vas a elegir esta forma, asegúrate de informarte de los precios en el momento en que vayas a hacer el viaje. Ten en cuenta que el estado de los taxis marroquíes en general no es muy bueno y que en muchos casos lleva hasta 5 pasajeros.

3. Coger el autobús Es la opción más barata, pero también la menos cómoda. Puedes comprar tus billetes de autobús de Tánger a Chefchaouen a través de la compañía de autobuses CTM.

CÓMO LLEGAR DESDE FEZ

1. Excursión de un día. La forma más cómoda si no quieres complicarte la vida, contrata una excursión para ir de Fez a Chefchaouen con un conductor que hable español. El conductor le recogerá en la puerta de su alojamiento en Fez. El trayecto dura unas 3 horas. En Chefchaouen dispondrá de unas 4 horas de tiempo libre. Puede parecer poco, pero es más que suficiente para conocer sus preciosas calles azules y parar en algún rincón porque la ciudad es muy pequeña. Es más caro que otras opciones, pero te da mucha tranquilidad y venta a cuenta si sois un grupo. buena opción si sueles marearte en el coche. También puedes optar por contratar una excursión en grupo.

2. Gran taxi privado o taxi compartido. Una opción para contratar un viaje de ida es ir en grand taxi. El precio del taxi compartido rondará los 20 euros por pasajero. 3. Autobús CTM, la opción más barata para ir de Fez a Chefchaouen Los autobuses CTM son los más seguros para ir de Fez a Chefchaouen. El billete le costará unos 75 dirhams. La duración aproximada del viaje de Fez a Chefchaouen es de 4 horas con una parada para descansar. Puede coger el autobús en la Gare Routière Principal, cerca de la puerta Bab Boujloud. También salen de la estación CTM de Fez, que está a unos 5 kilómetros de la medina.

HISTORIA DE CHAOUEN

Chefchaouen fue fundada en 1471 por Moulay Ali Ben Rachid. En sus inicios, cuando los portugueses de Ceuta intentaron apoderarse de la costa norte del país, se pensó que un lugar como Chaouen, oculto por las montañas y abastecido por un río, era idóneo para fortificarse y lanzar ataques contra los portugueses. Así pues, se estableció como ciudad fortaleza para proteger las invasiones portuguesas del norte de Marruecos. Situada en un enclave inaccesible, dominaba la ruta comercial entre Fez y Tetuán y servía de base para frenar el flujo y la influencia de los portugueses en Ceuta. Esta extraordinaria ubicación, protegida y oculta por las montañas en un fértil valle con numerosos manantiales que brotan de la montaña y el suministro de agua garantizado en caso de asedio, no fue casualidad.

Durante los siglos XV y XVII, la ciudad floreció y creció considerablemente con la llegada de los moriscos y judíos sefardíes expulsados de España. Su población original estaba compuesta principalmente por exiliados de al-Andalus, musulmanes y judíos. Durante siglos, la ciudad azul marroquí estuvo cerrada a los extranjeros y se consideró sagrada en los tiempos en que estuvo ocupada por los españoles. Aún hoy, el barrio andalusí es uno de los más poblados de la medina. Famoso por su aislamiento y, sobre todo, por su fanatismo religioso anticristiano, nada extraño si se tiene en cuenta el origen de la mayoría de su población. La pequeña comunidad judía sefardí, que habitaba la ciudad desde sus orígenes, vivía en Chaouen en condiciones mucho más hostiles y precarias que en el resto de las ciudades marroquíes, viviendo prácticamente confinados en su barrio expuestos al acoso y al ataque constante si se atrevían a salir de Mellah. Este aislamiento fue un pequeño paréntesis que acabaría con la ocupación de la ciudad por las tropas coloniales españolas, que se instalaron en ella en 1920. Entre 1924 y 1926, durante la guerra del Rif, Abd- El KChefchaouen Arim consiguió expulsar a los españoles, pero éstos volvieron a ocupar Chefchaouen en septiembre de 1926 como parte del Marruecos español, aunque regresaron a la ciudad tras la independencia de Marruecos en 1956.

TURISMO EN LA ALDEA AZUL

La gran mezquita

La Gran Mezquita de Chefchaouen fue construida en el siglo XV por orden de Moulay Mohamed Ben Ali Ben Rachid, hijo del fundador de la ciudad. Presenta un minarete octogonal, algo inusual en comparación con los numerosos minaretes cuadrados que suelen alzarse sobre las innumerables mezquitas del país. Su forma está influenciada por los estilos andalusíes, traídos al país por los musulmanes desde España. Construida en piedra, los tonos marrones y beige se yuxtaponen a los edificios azules y blancos cercanos. Admirar la mezquita es una de las mejores cosas que hacer en la ciudad. Se advierte que los visitantes no musulmanes no pueden entrar en la mezquita.

la kasbah

La Alcazaba (Kasbah) se encuentra en el interior de la plaza Outa el Hamman, justo al lado de la Gran Mezquita. Fue construida por Muley Ismail a finales del siglo XVII. Esta imponente fortaleza amurallada, protegida por sólidos muros rojizos, cuenta con una torre del homenaje y un gran patio ajardinado con árboles. En el sótano de la Torre se encuentran las antiguas celdas de la prisión donde Abd el Krim fue encarcelado en 1926.

En la actualidad, la Alcazaba alberga el museo etnográfico, donde se puede contemplar una importante colección de arte popular, así como armas, instrumentos musicales, alfombras, tapices y fotografías. Si se viaja a Chaouen con la intención de visitar la kasbah, hay que tener en cuenta que no está abierta continuamente, ya que sólo una persona se encarga de permitir el paso (10 dirhams por persona) y las comidas y rezos hacen que se ausente en determinados momentos del día; el horario está indicado en la puerta, así que si se llega pronto siempre se puede esperar a tomar el té en la plaza.

Mirador de Bouzafar y Mezquita Española

Situada a dos kilómetros de la medina de Chefchoauen, la fuente de Ras el Maa, es el punto de partida para llegar, mediante una subida por un sendero de unos 15-20 minutos, a la mezquita española que se alza sobre una colina a 702 m de altitud. Las evocadoras ruinas dominan la ciudad y es un excelente mirador para admirar los alrededores. La mezquita encalada fue construida en la década de 1920 por los españoles. Sin embargo, no consiguió atraer a los fieles locales y acabó deteriorándose. Más tarde se llevaron a cabo obras de restauración. El mirador de Bouzafar fue reformado posteriormente para restaurar la mezquita Jemaa Bouzafar, construida durante el protectorado español, con el fin de rehabilitarla en una zona turística. La ubicación estratégica de esta mezquita en una de las colinas, permite no sólo una vista memorable de la medina, sino también de las montañas de Chefchaouen. Durante la subida se puede contemplar una magnífica panorámica de la ciudad.

Mezquita española de Chaouen Cascadas de Ras el Maa

Saliendo de la medina por la puerta más oriental (Bab el Onsar), accederemos al gran río (Oued el Kebir) y podremos contemplar el manantial de Ras el Maa, que brota de la ladera de la montaña con un agua tan fría y cristalina que los lugareños dicen que «beberla rompe los dientes». Para contemplar este bello paisaje hay que ascender hasta el punto más alto de la ciudad, justo al lado de una de las siete puertas de Chefchaouen, y allí se encuentran las cascadas de Ras el Maa, un manantial que abastece de agua potable a la ciudad. Es un lugar muy pintoresco que merece la pena visitar. A orillas de la cascada hay una pequeña terraza donde sentarse a tomar algo y admirar la belleza de las cataratas. El sonido del agua y las fascinantes colinas más allá de la medina proporcionan un momento de paz y tranquilidad rodeado de naturaleza. El manantial de Ras el Maa, además de suministrar agua potable a Chefchaouen, sirve cada mañana a las mujeres del pueblo, que acuden a lavar la ropa al lavadero situado junto a las cascadas. Cuando hace buen tiempo, se puede ver a la gente bañándose.