Contrariamente a lo que podría pensarse, y a lo que incluso algunos medios de comunicación marroquíes han podido afirmar últimamente, no son los marroquíes quienes han adoptado el famoso «tarbouche» de los otomanos, sino al contrario. El tarbouche, o «Fez» como se le conoce en todo el mundo, era antiguamente un tocado tradicional que se encontraba en los países mediterráneos de cultura musulmana, desde Marruecos hasta los Balcanes.
En la cultura popular, es probablemente el tocado más tópico cuando se trata de representar a las poblaciones musulmanas del Mediterráneo. Desde OSS117, pasando por Wonderwoman, hasta el videojuego «Fez», son muchos los personajes que han aparecido llevando el famoso sombrero rojo. En Occidente, sin duda lo popularizaron los turcos. Fue sin duda un accesorio popular, utilizado por las élites y los soldados otomanos, que se convirtió en el símbolo de una identidad otomana común en el siglo XIX, pero su origen se remonta a mucho antes de la llegada del Islam a Marruecos, las antiguas monedas acuñadas en Lixus (actual Larache) muestran a un personaje con un Fez. Este tocado, que toma su nombre de la ciudad marroquí de Fez, que es también el nombre dado a Marruecos por los turcos, es quizás una variante del gorro frigio de la antigua Grecia, salvo que, a diferencia de éste, el Fez no es cónico.
El historiador Al Arabi Al Maqdissi informó en el siglo X de que los habitantes de Fez se cubrían la cabeza con un «tocado rojo», León el Africano en el siglo XVI informó de que los habitantes de Fez se cubrían la cabeza con un sombrero de fieltro rojo.
El historiador meriní Ibn Marzouk relató que entre los regalos enviados por el sultán meriní Abu al Hassan al sultán mameluco de Egipto había «burnous, capas, tarbouches de fieltro; sillas de montar y otros regalos».
El académico, Abdelhadi Tazi, recoge en La Historia Diplomática de Marruecos un documento francés del siglo XVIII, las memorias del diplomático francés Louis Chénier, fechadas el 10 de noviembre de 1775, diciendo que cuando los franceses dan al tarbouch el nombre de Fez, lo hacen por imitación de los otomanos que le dan el nombre de la capital de Marruecos, dado que importan los sombreros de la misma ciudad, y que aunque los tunecinos intentaron abrir fábricas para la fabricación de sombreros, no tenían los mismos conocimientos técnicos de las fábricas de fassi. Para el historiador era la prueba de que el origen del tarbouch está profundamente arraigado en la historia de Marruecos.
El fez no se popularizó en el Imperio Otomano hasta el siglo XIX. Desde entonces, lo llevaban los sultanes y funcionarios del imperio, y después el ejército y la marina. La fiebre del Fez se extendió a Europa, durante un tiempo el Fez se convirtió en un artículo de alta costura entre los hombres elegantes europeos y se publicaron fotografías de modelos masculinos llevando un Fez en revistas de moda. Jóvenes caballeros e incluso personas mayores se enamoraron del Fez, llamándolo «Azul Turco». Triste apropiación cultural.